Informe extraordinario
2013-2019

Financiado por:

Delegación del gobierno para el plan nacional sobre drogas Gobierno de España Obra Social La Caixa

carta del presidente

"En este informe extraordinario, desde Proyecto Hombre queremos prestar una atención prioritaria a la situación de la mujer en relación a las adicciones. Un informe del que se desprende que las mujeres acceden en menor porcentaje a tratamiento que los hombres, ya que estas han supuesto un 15,4% de las personas en tratamiento frente a un 84,6% de los hombres.
Un colectivo que presenta una mayor problemática en todas las áreas de la vida excepto en la penal y cuyo acceso a tratamiento revela más dificultades".

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definición del Observatorio y técnicas

Analizar e identificar las características psicosociales, epidemiológicas y sociodemográficas de las personas con problemas de adicciones atendidas en los centros de Proyecto Hombre de toda España. También incorpora el análisis de los posibles factores influyentes en la problemática de las adicciones: aspectos personales, comportamientos de riesgo, factores emocionales y relaciones sociales.

  • Entidades públicas y decisores políticos
  • Medios de comunicación
  • Comunidad científica y ámbito académico
  • Asociación y Centros Proyecto Hombre
  • Otras entidades y organizaciones que trabajan en el sector

La información del Observatorio proviene de la base de datos interna de Proyecto Hombre (aplicativo PHNemos), que recoge información relacionada con las personas atendidas en los programas de tratamiento. Esta información procede de los datos recogidos por EuropASI (Índice Europeo de Gravedad/Severidad de la Adicción).

El EuropASI de ingreso registra datos de personas mayores de 18 años. Por lo tanto, el universo de estudio lo componen las personas usuarias del Proyecto Hombre, mayores de edad, que han iniciado tratamiento en el periodo 2013-2019 (ambos inclusive), en programas y dispositivos para adultos con problemas de adicción en cualquiera de los 27 Centros de la Asociación Proyecto Hombre.

A partir de dicho universo, se ha contado con 18.683 encuestas válidas, con una distribución por años y centros.

La muestra, por lo tanto, responde al universo sin más limitación que haber eliminado los cuestionarios incompletos. Estos no han llegado al 1% por lo que se puede afirmar error muestral.

  • Belén Aragonés
  • Èlia Bellmunt
  • Xavier Bonet
  • Ramón Capellas
  • Ángeles Fernández
  • Jesús García
  • Mar García
  • Vicente García
  • Fernando González
  • Hugo Marín
  • Jesús Mullor
  • Mar García

Equipo Externo: Gonzalo Adán Mico, Doctor en Psicología Social

Bobes J., González M.P., Sáiz P.A. y Bousoño M. (1995) Índice europeo de la severidad de la adicción: EuropASI. Versión española. Gijón, Actas de la IV Reunión Interregional de Psiquiatría, 201-218.

McLellan, A.T., Luborsky, L., O’Brien, C.P. y Woody, G.E.. (1980) An improved evaluation instrument for substance abuse patients: the Addiction Severity Index. Journal of Nervous Mental Disorders, 168, 26-33.

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análisis de los datos

I. Sexo

Sexo
  • Del estudio acumulado entre los años 2013-2019, se desprende que las mujeres acceden en menos porcentaje a tratamiento que los hombres ya que estas han supuesto un 15,4% de las personas en tratamiento, frente a un 84,6% de hombres.
  • Debemos destacar que, aun siendo poco relevante, la tendencia de mujeres en tratamientos es ascendente, desde el 14,8% en 2013 al 16,1% en 2019, pudiéndose relacionar, como algunos estudios señalan, con el aumento de consumo entre las mujeres en los últimos años (informe EDADES 2017-2018, informe NIDA (National Institute on Drug Abuse).

II. Edad media de inicio de tratamiento agrupada por tramos de edad

Edad y evolución
  • La evolución de la edad media al inicio de tratamiento es ligeramente ascendente de manera continua y también lo es la mediana a lo largo de estos años.
  • De igual manera, es ascendente la evolución de la edad máxima, que pasa de 72 a 78 años.

III. Forma de convivencia

Convivencia hombres Convivencia mujeres
  • Es muy destacable la proporción de personas en tratamiento que conviven con:
    • la familia nuclear: 43,3% que incluye las categorías “pareja” , “pareja con hijos” e “hijos” o
    • la familia de origen: 35,1% que engloba a “padres” y “familia”.
  • Tan solo el 13,7% de las personas en tratamiento viven solas.
  • Si nos fijamos en los resultados acumulados en el periodo 2013-2019, un aspecto que hay que tener en cuenta es la especial vulnerabilidad que puede darse en la forma de convivencia entre las personas en tratamiento (6,4%). Así pues, el 3,7% de las personas usuarias viven en un medio protegido y el 2,7% están en una situación no estable.
  • Atendiendo al sexo, la situación respecto a la convivencia con los hijos difiere significativamente entre hombres y mujeres. El 32,6% de las mujeres viven con sus hijos frente al 24,5% de los hombres. Destacan especialmente los casos de las mujeres que viven solas con ellos, con un 11,1% frente al 0,9% de los hombres en la misma situación.

IV. Situación laboral: Patrón de empleo últimos 3 años

Analisis
  • El patrón de empleo más habitual de las personas usuarias en el período 2013-2019 corresponde a un trabajo a tiempo completo (58,0%).
  • Esta proporción es mayor en el caso de los hombres que en el de las mujeres, con una diferencia de 17,3 puntos,Sin embargo, estas presentan un mayor porcentaje de desempleadas (incluidas las que desempeñan las tareas del hogar) que el de los hombres en la misma situación, con un 8,9% más.
  • El desempleo aparece como la segunda situación laboral más habitual para el conjunto (17,0%), aunque representa un 15,6% entre los hombres frente a un 22,5% entre las mujeres.
  • Las situaciones que se dan en menor medida son las de estudiante (2,3%) y las de quienes se encuentran en ambiente protegido (2,2%).

V. Grado académico superior obtenido

Sustancias
  • En el total acumulado del período 2013-2019 se observa que casi una de cada 10 personas (9,2%) dispone de estudios universitarios.
  • En el bloque central, se encuentran las personas con estudios secundarios (26,5%) y primarios (28,6%) como grado superior obtenido.
  • Finalmente, un 35,7% carece de estudios, siendo este el grupo mayoritario. Cabe destacar que 2 de cada 3 personas presentan un nivel académico inferior a estudios de secundaria.
  • Por sexo, el nivel de estudios de las mujeres es comparativamente más elevado que el de los hombres.
  • Las mujeres tienen, en un 1,5%, más estudios secundarios que los hombres, así como en un 4,1%, más estudios universitarios.
  • Contrariamente, los hombres tienen más estudios primarios (+3,9%) que las mujeres o carecen de estudios (+1,7%).
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datos generales por Comunidades Autónomas

conclusiones generales

Las mujeres acceden en menor porcentaje a tratamiento que los hombres, ya que estas han supuesto un 15,4% de las personas en tratamiento frente a un 84,6% de los hombres.

Las personas usuarias de Proyecto Hombre reconocen haber iniciado el consumo problemático de alcohol entre los 15 y los 16 años y el consumo de cánnabis entre los 16 y los 17 años. Según los datos, el inicio de consumo de alucinógenos, inhalantes y anfetaminas se habría dado entre los 19 y los 20 años, mientras que la cocaína se situaría a los 20,5 años.

La edad media acumulada para ambos sexos es de 38 años. Destacar igualmente la evolución ascendente de la misma al inicio del tratamiento, pasando de los 36,2 en 2013 a los 38,9 en 2019, lo que refleja la tendencia ascendente en la edad de inicio de consumo de alcohol y otras drogas.

El 31,3% de las personas en tratamiento en Proyecto Hombre afirma padecer algún problema médico crónico que interfiere en su vida cotidiana. No obstante, y a pesar de la leve tendencia al alza, entre el 2013 (29,9%) y el 2019 (32,6%), no se observa que las personas en tratamiento en nuestros centros presenten una mayor problemática médica crónica que la esperada en la población general.

El estado civil de la mayor parte de quienes han iniciado tratamiento en Proyecto Hombre entre 2013 y 2019 corresponde a personas solteras, con un porcentaje medio del 59,1% para ambos sexos.

Se observa una elevada prevalencia en la comorbilidad de la adicción con la presencia de trastornos psiquiátricos entre las personas que acuden a tratamiento, destacando la alta incidencia a lo largo de la vida de trastornos de ansiedad severa (65,3%), seguido de los problemas emocionales / psicológicos (51,9%) y de depresión severa (51,8%), siendo otro importante indicador del grado de afectación de la salud mental el relacionado con el suicidio, pues un 40,8% de las personas atendidas en Proyecto Hombre ha tenido ideación suicida a lo largo de la vida, y un 23,2% lo ha intentado.

En el ámbito educativo, los bajos niveles formativos siguen siendo una constante entre la población atendida en Proyecto Hombre. Así, un 64,3% dispondría de un grado académico inferior a la secundaria, correspondiendo un 28,6% al nivel de primaria y un 35,7% a personas sin estudios.

Se aprecia tanto un notable y constante ascenso de usuarios/as con estudios secundarios, pasando del 15,1% de 2013 al 36,8% de 2019 (suponiendo un aumento del 21,7%), como un continuado y abrupto descenso de los usuarios/as sin estudios, pasando del 47,4% de 2013 al 21,1% de 2019, con una bajada del 26,3%.

Por lo que respecta a la situación laboral predomina un perfil normalizado, siendo el patrón de empleo más habitual de las personas usuarias en el período 2013-2019 el de trabajo a tiempo completo (58,0%). De esta manera, el 73,8% de los usuarios/as habría tenido un trabajo, ya sea a tiempo completo o parcial, siendo indefinido o temporal, en los últimos tres años; el 17% habría estado desempleado/a; y el 7% habrían sido inactivos/as.

La gran mayoría de las personas usuarias no presenta problemas con la justicia (78,5%). Sin embargo, casi una de cada cinco personas (21,5%) tenía cargos, juicios o sentencias pendientes en el momento de ingreso en Proyecto Hombre. Esta situación afecta en mayor medida a hombres (22,5%) que a mujeres (16,1%).

En relación al consumo de sustancias psicoactivas, habitualmente se encuentran consumos problemáticos de varias sustancias, aunque en la mayoría de las atenciones se puede indicar una sustancia principal de referencia. En este sentido, una media del 83,8% de la población atendida manifiesta consumos regulares y/o problemáticos de alcohol, seguido del consumo de cocaína, con un 73,6%, y el de cannabis, con un 61,4%.

Aunque alcohol y cocaína mantienen su predominio como sustancia principal de consumo, la tendencia es diferente: así, mientras el alcohol reduce de manera lenta pero progresiva su proporción en el conjunto de personas atendidas pasando de un 40,3% a un 37,9%, la cocaína muestra una tendencia ligeramente creciente, pasando de un 27,2% a un 35,3, acercándose cada vez más al registro del alcohol.

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mujeres en tratamiento en Proyecto Hombre: una perspectiva de género

Entre los años 2013 y 2019 las mujeres han representado una media del 15,4% de las personas en tratamiento, mostrando una tendencia al alza verificada con el análisis de los datos anuales, pasando de un 13,8% en 2013 a un 16,1% en el año 2019.

Las mujeres viven mucho más independizadas: el porcentaje medio de mujeres que conviven con la familia de origen (que engloba a “padres” y “familia”) asciende a un 27,3% frente al 42,6% de los hombres, lo que implica un 27,3% frente al 42,6% de los hombres para las mismas. Hay que destacar también que un 11,1% de las mujeres viven con sus hijos/as, lo que conlleva además una mayor relación de interdependencia y una posible mayor carga económica y asistencial que en el caso de los hombres, cuyo porcentaje disminuye a solo un 0,9%.

La edad media acumulada es de 39,9 años, es decir, más de dos puntos porcentuales superior a la edad media de los hombres (37,6) ingresados en Proyecto Hombre. Por tramos de edad, el porcentaje medio de mujeres es mayor en los tramos que oscilan entre los 40 y 49 años (un 31,0% frente a un 27,1%).

En relación a su estado civil, el porcentaje medio acumulado de divorciadas y separadas es casi once puntos superiores al de los hombres (un 29,1% frente a un 18,6%). La proporción de solteras es del 49,9%, es decir, casi once puntos por debajo que en el caso de los varones (60,7%).

A lo largo de la vida, las mujeres han sufrido abusos de una manera extraordinariamente más alta que los hombres, tanto en el plano emocional (69,3% frente al 46,1%) y físico (50,2% frente a 23,8%), como en el sexual (28,6% frente a 4,5%).

Su nivel de estudios es comparativamente más elevado al de los hombres, pues no solo hay un porcentaje inferior de mujeres sin estudios (un 34,2% frente al 35,9% de los hombres), sino también un mayor porcentaje de ellas con estudios secundarios (27,8% frente al 26,3%) y, sobre todo, terciarios (un 12,9% frente al 8,8% de los hombres).

El perfil de consumo problemático es esencialmente de alcohol (36,2% de mujeres frente 21,7% de hombres), frente al de ellos, que es la cocaína (24,1% de mujeres frente al 33,5% de hombres).

Las mujeres declaran padecer problemas de salud crónicos que interfieren en su vida cotidiana en mayor medida (38,8%) que los hombres (29,9%), tendencia que ha ido aumentando en ambos sexos a lo largo del período analizado.

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