Consumo de alcohol en jóvenes desde una perspectiva de género
María Aránzazu Fernández Rodríguez. Directora del Área de Prevención Universal y Selectiva de la Fundación CESPA-Proyecto Hombre Asturias y responsable del Plan Municipal sobre Drogas del Ayuntamiento de Oviedo. Miembro de la Comisión Nacional de Prevención de la Asociación Proyecto Hombre.
El alcohol es, sin lugar a dudas, la sustancia psicoactiva más consumida en España. Según los datos aportados por la última Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES) realizada en 2017, más del 90% de la población entre 15 y 64 años ha consumido alguna vez en la vida bebidas alcohólicas. 3 de cada 4 personas dicen haber consumido en los últimos 12 meses (81,3% hombres y 69,2% mujeres), de las cuales un 18,6% relatan haber experimentado síntomas físicos a causa de un consumo intensivo que podría corresponderse con un estado de embriaguez. Este tipo de consumo abusivo está más extendido entre la población de menor edad (el 31,7% de las personas de 15 a 34 años frente al 12,1% de las de 35 a 64 años), y entre los varones, el 38,7% de hombres frente al 24,6% de mujeres (Ministerio de Sanidad, 2019).
En lo que se refiere a datos de consumo de alcohol en menores, la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) apunta en la misma dirección señalando un uso generalizado de esta sustancia entre la población estudiada, pero con una mayor proporción de consumos entre las mujeres. En este sentido, un 75,9% de adolescentes entre 14 y 18 años afirman haber consumido alcohol durante el último año con prevalencias ligeramente superiores en las chicas (77,5% frente al 74,1% de chicos), y casi la mitad dicen haberse emborrachado, siendo esta práctica más habitual también entre las adolescentes (46,5% frente al 42,3% de varones) (Ministerio de Sanidad, 2020).
La detección de mayores prevalencias de uso de alcohol en las chicas adolescentes, así como de intoxicaciones etílicas, es una tendencia que se viene observando desde hace más de una década
En comparación con otros países de la Unión Europea los datos son similares, tanto para el consumo de bebidas alcohólicas alguna vez en la vida como en los últimos 30 días. Sin embargo, la proporción de menores de 15 y 16 años que se han emborrachado en el último mes en España es superior a la media europea (17% frente al 13% de media en el resto de Europa). De nuevo se registra en esta Encuesta una mayor prevalencia de intoxicaciones etílicas entre las adolescentes (19% frente a 14% de chicos españoles), lo que supone una diferencia con la media del resto de países europeos donde el porcentaje de varones es superior (14% frente al 13% de las chicas) (European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction, 2020).
La detección de mayores prevalencias de uso de alcohol en las chicas adolescentes, para cualquier serie temporal estudiada, así como de intoxicaciones etílicas, es una tendencia que se viene observando desde hace más de una década. Algunas investigaciones realizadas en nuestro país han tratado de comprender esta realidad mediante la incorporación de la perspectiva de género en el análisis de estos datos, examinado la influencia que ejercen los roles de género en el consumos de esta sustancia. Las principales conclusiones recogidas en estos trabajos señalan una identificación por parte de las chicas adolescentes del alcohol como parte constitutiva de su vida social, y una ruptura a través de este consumo con los códigos tradicionales de género, ya que facilita la incorporación a espacios de ocio y prácticas tradicionalmente masculinas (Gómez, Arnal, Martínez y Muñoz, 2010; Romo, Marcos, Gil, Marquina y Tarragona, 2015).
Un análisis interseccional de la influencia que ejercen los roles de género en el consumo de alcohol en jóvenes, en el que además de la variable género se ha tenido en consideración la edad, ha permitido conocer cómo se manifiesta dicha influencia en tres etapas diferenciadas (Fernández, Dema y Fontanil, 2019).
Un primer periodo, entre los 13 y 15 años, en el que tiene lugar el inicio del consumo de alcohol. El acceso a esta sustancia, tanto en los chicos como las chicas, se realiza a través de personas de mayor edad, generalmente varones con los que se tiene algún vínculo de amistad, familiar y/o afectivo, que, además, proporcionan información sobre posibles estrategias para gestionar el consumo y afrontar una ingesta excesiva.
Una siguiente etapa, entre los 16 y 18 años, en la que se produce una generalización en el uso y en las prácticas de consumo abusivo de bebidas alcohólicas, y que es descrita por las personas de esta edad como una práctica habitual y normalizada, asociada al ocio de fin de semana. En el caso de los chicos este tipo de comportamiento encaja con la noción tradicional de masculinidad, mientras que en las chicas supone una ruptura con el sistema tradicional de género. Los comportamientos que unos y otras tienen tras un ingesta excesiva de bebidas alcohólicas son descritos en los discursos adolescentes con una marcada visión estereotipada desde el punto de vista del género. En este sentido, aluden a la expresión exagerada de las emociones en el caso de las chicas, o la conducta agresiva en los chicos, entre otras.
Finalmente, se señala una última fase, entre los 19 y 24 años, en la que las mujeres comienzan a reducir las prácticas de riesgo relacionadas con el consumo de alcohol, mientras que los varones las mantienen y consolidan. En este periodo, se observa un acercamiento por parte de las chicas a roles tradicionales femeninos a través de sus discursos en los que relatan la necesidad de ejercer un mayor control sobre su cuerpo y su conducta y, por tanto, de realizar un consumo moderado de bebidas alcohólicas. Mientras que en el caso de los jóvenes, la principal razón que esgrimen para continuar realizando un consumo abusivo de alcohol es la fuerte presión ejercida por el grupo de iguales y la necesidad de reafirmar su masculinidad a través de estas prácticas. Asimismo, aparece un discurso crítico, tanto de varones como de mujeres, con los comportamientos que se salen de las normas de género llevados a cabo por las adolescentes de la etapa anterior, constatándose la mayor sanción social que existe hacia las mujeres que consumen sustancias, en este caso, alcohol.
De lo anteriormente comentado, se desprende que la influencia ejercida por los roles de género en el consumo de alcohol no es estática y que varía en función de la edad. Por otro lado, cabe señalar que las formas de afrontar estos roles son diversas, y que cambian en función del momento histórico, así como de cada sociedad y persona. Sin embargo, y aunque no siempre se reproduzcan, lo que parece claro es que influyen en nuestras conductas y estilo de vida (Cantos, 2017), y por lo tanto, son un aspecto clave para el diseño de intervenciones dirigidas a prevenir el uso indebido y/o abusivo de alcohol en la población juvenil.
Esta breve aproximación al estudio del consumo de alcohol en jóvenes desde una perspectiva de género pone de manifiesto la potencialidad explicativa de esta variable, y su posible contribución a la mejora de los modelos teóricos y explicativos de este fenómeno. Además, posibilita la identificación de nuevas vulnerabilidades condicionadas por el género que surgen en los contextos de ocio en los que se produce un consumo intensivo de alcohol y un uso continuo de dispositivos tecnológicos como el móvil (Romo-Avilés, García-Carpintero y Pavón-Benítez, 2020). Y, sin lugar a dudas, facilita el conocimiento de elementos clave que permiten mejorar las intervenciones preventivas que se desarrollan.
Bibliografía
Cantos, R. (2017). Hombres, Mujeres y Drogodependencias. Explicación social de las diferencias de género en el consumo problemático de drogas. Recuperado de: https://pnsd.sanidad.gob.es/eu/profesionales/publicaciones/catalogo/bibliotecaDigital/publicaciones/pdf/Hombres-mujeres-y-drogodependencias.pdf
European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction. (2020). ESPAD Report 2019. Results from the European School Survey Project on Alcohol and Other Drug. Recuperado de: http://www.espad.org/sites/espad.org/files/2020.3878_EN_04.pdf
Fernández Rodríguez, M. A., Dema Moreno, S., y Gómez Fontanil, Y. (2019). La influencia de los roles de género en el consumo de alcohol: estudio cualitativo en adolescentes y jóvenes en Asturias. Adicciones, 31(4), 260-273.
Gómez Moya, J., Arnal Gómez, A., Martínez Vilanova, A. M. y Muñoz Rodríguez, D. (2010). Mujeres y uso del alcohol en las sociedades contemporáneas. Revista Española de Drogodependencias, 3, 273-284.
Ministerio de Sanidad. (2020). INFORME 2020. Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España. Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), 1994-2018/2019. Recuperado de: https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/ESTUDES_2020_Informe.pdf
Ministerio de Sanidad. (2019). INFORME 2019. Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España. Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES), 1995-2017. Recuperado de: https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/2019_Informe_EDADES.pdf
Romo-Avilés, N., García-Carpintero, M. Á., y Pavón-Benítez, L. (2020). Not without my mobile phone: alcohol binge drinking, gender violence and technology in the Spanish culture of intoxication. Drugs: Education, Prevention and Policy, 27(2), 154-164.
Romo Avilés, N., Marcos Marcos, J., Gil García, E., Marquina Márquez, A. y Tarragona Camacho, A. (2015). Bebiendo como chicos: consumo compartido de alcohol y rupturas de género en poblaciones adolescentes. Revista Española de Drogodependencias, 40,13-28.