Absentismo laboral y riesgos psicosociales

Autoría: Ana Álvarez Rodríguez y David García de la Cal, Comisión Nacional de Intervención Laboral de APH

El absentismo laboral es uno de los problemas que más preocupan a las empresas. Son numerosos los estudios y publicaciones que tratan de abordar este tema, encaminados a conocer las causas y las consecuencias, así como la implantación de medidas que puedan reducirlo.

El primer paso es aclarar qué entiende cada estudio como absentismo. Para algunos es cualquier ausencia del puesto de trabajo, sea por un motivo justificado y legal o no, (IT, permisos de maternidad/paternidad, permisos de cuidado, de mudanza, retrasos, etc..). Otros estudios solo contemplan las ausencias no justificadas y dentro de estas los retrasos a la hora de incorporarse.

Para crear mayor complicación hay estudios, tanto nacionales como a nivel europeo, que contabilizan jornadas de trabajo no realizadas (perdidas), mientras que otros trabajan con el concepto de horas.

Aun así, hemos de reconocer que la media española de absentismo es superior a la europea, pero el dato más preocupante es que la evolución es de incremento constante del absentismo, lo midamos como lo midamos.

Para ilustrar esto sirvan algunos datos derivados de algunas de las ultimas publicaciones de las que tenemos conocimiento:

• 1,27 millones de personas no asistieron a su lugar de trabajo durante el 2023. De ellas, el 78% se encontraban en baja médica, mientras que un 22% no contaba con una incapacidad temporal por razones de salud.
• Por CCAA, el País Vasco presenta un índice de absentismo del 7,7 % de las horas pactadas frente al 5,5% de Andalucía.
• Los sectores en los que más índice de absentismo podemos encontrar son actividades relacionadas con los juegos de azar y apuestas, así como las relacionadas con atención social y sanitaria. (Servimedia, 24-ene-2024).
• El 2,5% de los europeos se ausentaron del trabajo por una incapacidad temporal en forma de enfermedad o accidente, siendo en España de un 4,1 %, (European Labour Force Survey de Eurostat, 2022).
• España lidera el absentismo laboral por Incapacidad Temporal en Europa con un coste del 1,4 % del PIB. (Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas-Ivie), inician el “Estudio socioeconómico de la evolución de incapacidad temporal y siniestralidad en España” 2023).
• El número de horas que una persona falta a su trabajo, aunque sea por enfermedad, ha pasado de 5 horas mensuales en 2008 a 7 horas en el 2023 (Alejandra Olcense, El Mundo)

¿Por qué está pasando esto?, ¿Qué provoca que las personas trabajadoras de este país acudan menos a su trabajo? 

Algunas publicaciones hablan de factores estructurales relacionados con el envejecimiento de la población trabajadora, otras hablan de factores coyunturales como son la pandemia, la mayor incidencia de gripe, de las condiciones laborales y los riesgos psicosociales o incluso del aumento de las prácticas fraudulentas. También se le da un gran peso a la distinta relación que establecen las nuevas generaciones con el trabajo, viendo el trabajo como un medio, menos que como un fin; enfoque general en generaciones de décadas anteriores.

Tener unos porcentajes de absentismo en nuestro país que superan generosamente el de la media europea, nos debe de obligar a analizar las causas. Analizarlas con la clara intención de modificarlas, apostando por la salud y el bienestar.

Cada vez son más las empresas que deciden evaluar las condiciones de trabajo y especialmente los factores de riesgo psicosociales:

• relacionados con el contenido del trabajo (carga, ritmo, …),
• participación en la empresa (autonomía, capacidad de decisión, …),
• oportunidad de desarrollo profesional (promoción, remuneración, …)
• relaciones interpersonales (apoyo, aislamiento, conflictos, …)

Estudiando cómo influyen sobre la persona trabajadora y sobre el desempeño de su tarea. En definitiva, reflexionando sobre factores que la comunidad científica sabe que juegan un papel importante en la salud, el clima laboral y en consecuencia en la productividad, consecución de objetivos y en la imagen de la entidad.

¿Es posible que alguna de estos factores influya en la motivación que la persona tiene hacia su trabajo? ¿Puede que el porcentaje de absentismo esté relacionado con la manera en que la empresa esté regulando todos estos factores?

Trabajar en un lugar en el que no se tiene en cuenta la carga de trabajo, en el que la posibilidad de promocionar se ve difícil o lejana, donde existe inseguridad laboral y miedo al despido, falta de conciliación familiar, exceso de tareas, exigir el cumplimiento de objetivos elevados o incluso que la comunicación misma se convierte en un obstáculo, pueden provocar situaciones de estrés, insatisfacción, ansiedad , que a la larga vayan minando la salud mental y física de los trabajadores y por lo tanto propiciando su falta al trabajo y en definitiva que el absentismo se vaya convirtiendo en una manera de solucionar el problema para la persona trabajadora y en ocasiones las estrategias que implanta la empresa van a reforzar esa forma de afrontamiento.

Es un tema complejo, tanto para analizar, como para abordar.

Si nos quedamos en la superficialidad, terminaremos incrementando la vigilancia y sancionando.

Pero el tema es mucho más profundo y requiere de un análisis sereno, profundo y de acciones personalizadas.

No nos podemos olvidar de las conductas adictivas como motivo del absentismo. Ni tampoco de esas conductas como resultado de los mismos problemas, injusticias y malestares que pueden conducir al absentismo y/o a la enfermedad.

La relación con conductas potencialmente adictivas son una forma de evasión, no de afrontamiento, de son una estrategia que soluciones, sino que a medio plazo va a empeorar la realidad añadiendo un problema más.

Una relación adictiva tiene un origen multicausal, pero entre esas causas, el entorno de trabajo puede ser un gran factor de protección o de riesgo, generar salud o tensiones y enfermedad.

La adición puede tener entre sus causas factores psicosociales del trabajo y al aparecer, convertirse en un factor psicosocial para el resto del colectivo laboral.

Sabemos que este riesgo conlleva muchos efectos en la persona y en su entorno. Las adicciones conllevan dificultades en cuanto al cumplimiento con los compromisos adquiridos (puntualidad, absentismo, …), en cuanto al desempeño de la tarea (atención, concentración, …), en cuanto a la manera de relacionarse con los demás (malentendidos, desconfianza, discusiones, …) cuestiones que afectan a la persona, a su entorno y cuya solución pasa por aunar esfuerzos e intentar dar una respuesta social.

El absentismo es una realidad de las empresas, la solución al mismo está en una respuesta social del conjunto de la empresa. Es momento de intentar ir más allá de las cifras y entender qué hay detrás de ellas y Proyecto Hombre puede aportar otra visión que permita buscar soluciones a lo que nos preocupa.