¿Cómo nos ha influido el COVID en el consumo de drogas?
Por Víctor San José Pascual
Es indudable que tras aquel 13 de marzo de 2020 muchas cosas han cambiado en nuestras vidas y concretamente en el consumo de sustancias se ha realizado un estudio para poner luz acerca de qué ha ocurrido y de qué manera se está desarrollando en estos momentos. Desde el Ministerio de Sanidad y el Plan Nacional Sobre Drogas se ha realizado una encuesta OEDA-COVID-2020, para poder responder a estas cuestiones. El 70% de las personas encuestadas es población activa, pudiendo así ver la evolución de estos consumos en el medio laboral.
El consumo de alcohol, tabaco, cannabis y cocaína se ha reducido en la población general, siendo este hecho mucho más significativo en los menores de 25 años. Por el contrario, ha aumentado el consumo de hipnosedantes y de analgésicos opioides, ambos sin receta. Los dos son capaces de crear dependencia. Los primeros relajantes y facilitadores del sueño y los segundos analgésicos con principios activos del opio.
Los datos que refleja el estudio nos indican, como este aumento en la utilización de los hipnosedantes se ha dado principalmente en la población entre 25 y 54 años y en las mujeres. El consumo ha pasado de un 1,9% a un 3,1% en menos de un año.
«Con el estudio se observa que han disminuido las intoxicaciones por alcohol, especialmente en los jóvenes. Además, el patrón de consumo de sustancias psicoactivas ha cambiado también durante la pandemia con una disminución en todas, aunque se ha producido un aumento de hipnosedantes sin receta», ha detallado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
El consumo de alcohol se ha reducido en casi un 5%, siendo mucho mayor en los menores de 20 años. Llegando a un 15% menos que antes de la llegada de las medidas por la COVID 19. Manteniéndose más estables los consumos en la población de mayor edad. En cuanto a las borracheras, observamos como el descenso es aún mayor. Ya que los episodios en los que el consumo de alcohol llegaba a los niveles de una intoxicación severa se han reducido, sobre todo en la población menor de 34 años. Dándose reducciones de un 50%. Probablemente las variables que más han influido sean los toques de queda y las limitaciones a la movilidad y agrupación de personas.
En cuanto al cannabis se destaca la reducción del consumo, de igual manera, que en el alcohol en menores de 34 años. Dándose un consumo problemático en un 19% de la población encuestada. Siendo el consumo de estas sustancias preferentemente masculino tanto del alcohol, como del cannabis.
Con todo lo destacado hasta ahora podemos sacar diversas conclusiones:
- La principal, cómo está asociado el consumo de sustancia al ámbito social. Sobre todo, en la población de menor edad (menores de 34 años). Destacando la importancia que tienen los factores individuales en estos hechos, más allá de características propias de las sustancias.
- También se evidencia cómo el consumo en las personas de mayor edad se ve menos influenciado por los cambios experimentados en nuestras vidas a lo largo de este año.
«Todos estos datos demuestran que cuando hay menos acceso a estas sustancias hay menos consumos y que las personas que piensan en dejar una droga lo suelen hacer cuando tienen un menor acceso a la misma», ha asegurado el delegado del Plan Nacional sobre Drogas.
Ahora bien, no nos engañemos, pues más allá de las cifras, que se hayan reducido estos consumos por las restricciones externas no quiere decir que los problemas que los propician estén resueltos. Es probable que con la vuelta a la normalidad volvamos a ver un incremento de estos patrones problemáticos. Por ello, debemos incidir en el trabajo preventivo eficaz que aborda las causas y los riesgos, así como los recursos que protegen a las personas, y estar preparados para atender a aquellas personas que desgraciadamente seguirán cayendo en la adicción, con el convencimiento que nos da la experiencia de que su rehabilitación y reinserción social y laboral es posible y necesaria.