Despido improcedente y consumo lúdico de alcohol
Por Fernando Ribas
La relación con las bebidas alcohólicas es tan amplia y arraigada para determinadas personas, que se confunden espacios y usos.
En este caso el uso del alcohol, que es un potente depresor, durante una incapacidad temporal por un trastorno ansioso-depresivo, en la que además tenía recetados opiáceos.
Si bien el consumo de alcohol no tiene que ser un motivo de despido en una situación de incapacidad laboral y, de hecho, la sentencia del caso que traemos destaca que “salir de fiesta” puede ser “altamente” recomendable para superar una situación ansioso-depresiva.
Y para reafirmar esta pauta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en sentencia del 25 de abril de 2018, declaró la improcedencia del despido de un conductor en situación de incapacidad temporal que acudía a una feria y consumía alcohol, al no acreditar la empresa que esta conducta fuera contraproducente para la recuperación del trabajador.
Sin embargo, en este caso y con la participación de un perito psiquiatra, se pudo acreditar que el consumo de alcohol por parte de este trabajador (baja por ansiedad-depresiva, prescripción de opiáceos), era contraria para su recuperación, por lo que la sentencia califico el despido de procedente.