Día Mundial Sin Alcohol: prevención en el entorno laboral
Autoría: Pepa Palacios Rubio y Ana Álvarez Rodríguez. Asociación Proyecto Hombre
Basta buscar en internet 15 de noviembre día mundial sin alcohol y nos aparece que:
Esta fecha fue establecida por la Organización Mundial De La Salud (OMS) para concienciar e informar sobre los daños físicos y psicológicos que produce el consumo de alcohol a nivel individual, pero también reflexionar sobre el efecto social.
Sirva entonces este día como una oportunidad para recordar lo que también nos dice el Ministerio de Sanidad en la Monografía del Alcohol del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones: el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida y se asocia con una importante carga de enfermedad y mortalidad.
Ojalá también dicha conmemoración sirva para pararnos a pensar sobre la tremenda magnitud de algunos datos que la OMS nos da como que cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo por causa directa del consumo de alcohol, o pararnos en datos más cercanos y directos como los que nos ofrece la Dirección General de Tráfico (DGT): el 50% de las muertes en nuestras carreteras están directamente relacionadas con consumo de alcohol y otras drogas.
En Proyecto Hombre tampoco podíamos pasar la oportunidad de RECORDAR/INFORMAR/SEÑALAR el preocupante panorama con el que nos encontramos cada día en nuestros servicios como consecuencia del consumo de alcohol:
- en prevención con la población adolescente a la que atendemos,
- en tratamiento (tanto residencial como ambulatorio) con población adulta haciendo clara distinción entre hombres y mujeres,
- en intervención laboral con las consecuencias que conlleva tanto para la persona que consume en el trabajo como para el resto de la organización.
Y es que el alcohol sigue siendo la segunda sustancia más consumida entre la población española y la primera cuando nos referimos a la población de 14 a 18 años, a pesar de que está prohibida la venta para ella.
Queremos recordar que el consumo abusivo de alcohol tiene grandes repercusiones negativas para nuestro organismo:
- A nivel cerebral: El alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro y hace que sea más difícil para las áreas del cerebro que controlan el equilibrio, la memoria, el habla y el juicio de hacer su trabajo. Esto conlleva una mayor probabilidad de lesiones y otros resultados negativos. A largo plazo provoca alteraciones en las neuronas, como reducciones en su tamaño.. El resultado de todo ello se puede materializar en demencias, trastornos psíquicos y/o trastornos emocionales. Según las últimas investigaciones, los cambios cerebrales que conlleva el alcohol se siguen produciendo semanas después de dejar de consumirlo. Recordemos además que el alcohol es una sustancia DEPRESORA.
- A nivel físico: A corto plazo, consumirlo sin control nos expone a situaciones de riesgo como accidentes (vehículos, caídas, ahogamientos y quemaduras), violencia (peleas, suicidios, etc.), emergencias médicas (intoxicación), comportamientos sexuales de riesgo. A largo plazo el alcohol nos llevará a padecer alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos, cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto…
Pero los riesgos del consumir abusivo de alcohol, tal y como hemos señalado multitud de veces en este blog también son obviamente sociales, judiciales, penales y laborales: aislamiento, soledad, gasto excesivo de dinero, deudas, peleas, actos ilícitos, juicios, rupturas de pareja, separaciones, divorcios, custodias de hijos o hijas, retiradas de puntos o carnets de conducir, accidentes de tráfico, delitos penales, etc. son sólo algunas de las consecuencias que conlleva el abuso del consumo de alcohol.
Y en el ámbito laboral concretamente: incidentes e accidentes laborales, discusiones, enfrentamientos, deterioro del clima laboral, disminución de la productividad, no consecución de objetivos estipulados, perdidas de trabajo, despidos, deterioro de la imagen corporativa, etc.
¿Pero qué pasa para que a pesar de todas estas alarmantes consecuencias, el alcohol siga siendo la droga más consumida y su uso siga siendo socialmente aceptado y normalizado?
¿Qué nos está pasando como sociedad?
¿Qué estilos de vida estamos impulsando?
La publicidad, ¿tiene alguna responsabilidad en todo esto?
A día de hoy, en plena Era Digital, la publicidad atiende poco a fronteras o prohibiciones territoriales, ya que tal y como dice el refranero popular “no podemos ponerle puertas al campo”.
¿Sabías que según un informe de la ONU de mayo 2022, las redes sociales son el blanco perfecto para atraer a los jóvenes al consumo de alcohol y que gran parte del crecimiento de la comercialización del alcohol tienen lugar gracias a las redes sociales? Dicho informe calculó además que más del 70% del gasto en medios de comunicación de los principales comercializadores de bebidas alcohólicas con sede en Estados Unidos en 2019 se asignó a promociones, posicionamiento de productos y anuncios en las redes sociales.
“La creciente importancia de los soportes digitales implica una comercialización del alcohol que se ha vuelto cada vez más transfronteriza. Esto hace que los países que regulan la comercialización del alcohol tengan más dificultades para controlarla eficazmente en sus jurisdicciones. Es necesaria una mayor colaboración entre países en este ámbito”, afirma Dag Rekve, de la Unidad de Alcohol, Drogas y Conductas Adictivas de la OMS.
¿Sabías que en el 66% de los países, no existe una reglamentación específica de la comercialización digital del alcohol, con restricciones parciales en tan solo el 17% y con su prohibición en el 18%?
Ante este panorama, creemos que nos toca reflexionar seriamente al respecto y tener una mirada crítica hacia nosotras mismas, las instituciones y entidades que nos ocupamos de manera directa, indirecta o trasversal de promoción de la salud y bienestar, de salud y de adicciones para luego ponernos en acción.
Las preguntas que nos surgen son: ¿Cómo nos estamos comunicando con este tema del consumo de alcohol? ¿Dónde estamos fallando? ¿Qué mensaje está llegando? ¿Los canales que utilizamos son los correctos? ¿Abordamos esta sensibilización a tiempo o lo hacemos tarde? ¿Realmente estamos educando en la promoción de la salud y bienestar de las personas? ¿Qué rol está jugando el colegio? ¿Y los institutos? Y las familias, ¿qué responsabilidad tenemos las personas adultas en la naturalización y normalización del consumo de alcohol entre la población juvenil?
Aprendamos a comunicar, tenemos experiencia en ello. Ya nos lo decía Stevie Wonder que protagonizó la campaña para la DGT en 1985: “Si bebes, no conduzcas”, mensaje que casi 40 años después sigue teniendo vigencia.
Y en el trabajo, ¿se puede seguir mirando hacia otro lado y hacer como que tales consumos no existen?
En Proyecto Hombre creemos firmemente que no y por ello impulsamos entornos sociosaludables.
Por eso es tan importante impulsar la visibilización de la problemática como primer paso en la búsqueda de soluciones, sensibilizar a todas las partes (dirección, gerencia, mandos intermedios y resto de la plantilla) acerca de sus consecuencias asociadas. Por eso nuestro propósito en el ámbito laboral es ofrecemos soluciones integrales (campañas de sensibilización, formación específica en detección precoz, disponibilidad en el caso de necesitarlo de nuestros tratamientos especializados, acciones de promoción de la salud y hábitos de vida saludable, posibilidad de voluntariado corporativo al interno, etc. como algunos de los factores de protección).
Porque sí, el problema es global, pero las Alianzas (ODS 17) son una oportunidad para promover Salud y Bienestar (ODS 3) al interno de las organizaciones y por ende de la sociedad en general.