Encuestas comparativa 2013/2019 sobre Consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral en España
Autora: Pepa Palacios Rubio
Para quienes nos ocupamos de Prevención en el ámbito laboral los datos de la OEDA (Observatorio Español sobre Drogas y Adicciones), junto con los datos de nuestro propio Observatorio de APH, son una importante guía que nos ayuda a centrar y argumentar de una manera sencilla y práctica nuestro cometido y mostrar así la importancia de realizar planes de prevención de consumos al interno de las organizaciones con las que colaboramos.
El Plan Nacional sobre Drogas ha elaborado ya 3 encuestas sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas en el Ámbito Laboral en España: 2007, 2013 y 2019. Durante estos años han sido fundamentales los datos que dichas encuestas arrojaban, pero con la realización de la tercera (2019) se abre la posibilidad de hablar y analizar también las tendencias.
Mediante esta reflexión intentaremos hacer de manera sencilla, una fotografía respecto al consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral en España y valorar la tendencia respecto a años anteriores (2013). Esto no nos puede servir para hacer causalidades, pero si quizás alguna hipótesis de trabajo que nos ayude a definir y reajustar mejor las acciones de prevención y sensibilización, buscando, como siempre, la eficiencia en las intervenciones.
Lo primero que refleja la encuesta es algo que ya conocíamos pero que tenemos que tener muy claro y no olvidar: los datos de consumo de la población laboral son un reflejo de lo que sucede en la población general aunque sí existe un ligero mayor índice de consumo entre las personas paradas que aquellas con empleo (a destacar sobre todo en el consumo diario de tabaco). También nos confirma que el alcohol, el tabaco, los hipnosedantes y el cannabis siguen siendo las drogas más consumidas y que los hombres tienen mayor prevalencia de consumo en casi todas las drogas psicoactivas analizadas en estas encuestas respecto a las mujeres (4 frente a 1 en casi todas las sustancias) salvo en los hipnosedantes.
Por otro lado la encuesta destaca diferencias muy significativas respecto al nivel educativo y el consumo de sustancias, encontrándose mayor prevalencia de consumo en todas las drogas en las personas con más bajo nivel educativo (sobre todo sin estudios o estudios primarios).
Si nos detenemos a observar el uso de las diferentes sustancias los resultados más destacados son los siguientes:
- El alcohol sigue siendo la sustancia más consumida en la población general. El grupo mayoritario de personas que consumen alcohol a diario sería el de hombre, 45 años o más, con bajo nivel educativo, que realizan trabajos manuales y en sectores como puede ser la construcción y agricultura/pesca/ganadería/extracción. Se aprecia un ligero descenso de consumo de alcohol diario entre la población laboral (del 10,5% en 2013 hemos pasado al 9,6%) y lo mismo ocurre con los consumos de alcohol riesgo que actualmente consume un 4,3% frente al 5% de la población encuestada (este ilusionante descenso sobre todo se da entre personas de 45 a 65 años, con estudios universitarios y que se encuentran casadas o con pareja estable). La prevalencia del consumo de alcohol riesgo aumenta cuando la persona refiere padecer condiciones laborales de peligrosidad o en trabajos que se sufre frio/calor.
- El tabaco es la segunda sustancia psicoactiva con mayor prevalencia de consumo en la población laboral, donde además ha habido un ligero aumento de consumo diario (del 33,8% en el 2013 hemos pasado al 35,6% en 2019) y se relaciona con la percepción de situaciones de riesgo de seguridad. El grupo mayoritario de persona fumadora diaria de tabaco es el de los hombres, menores de 25 años, con bajo nivel educativo (sin estudios o estudios primarios), trabajadores manuales principalmente de los sectores de la construcción, industria manufacturera y suministros u hostelería, o las personas de estos sectores que estén en situación de paro. Respecto a la jornada de trabajo se consume más tabaco diariamente en jornada continua de tarde o noche.
- La tendencia al alza del consumo de hipnosedantes (con receta o sin receta) también es preocupante ya que es la tercera sustancia más consumida por la población laboral y la única, junto con los analgésicos opioides, que impacta en mayor medida entre las mujeres. Prevalencia media es del 7,3%. (5,1% hombres frente al 10,0% de mujeres y además las mujeres duplican el consumo de hipnosedantes a los hombre en todas las categorías ocupacionales que se han analizado). El grupo mayoritario de consumo es el de mujeres de 45 o más, con niveles de estudios bajos o en sectores como Agricultura / pesca / ganadería /extracción y Administración pública / educación / sanidad / servicios sociales y personas con jornadas reducidas. Se observa mayor índice de consumo entre las personas con mayor percepción de estrés o tensión en el trabajo o sienten agotamiento tras el mismo, y en el 2019 se ha observado un aumento de este tipo de consumos además entre las personas que dicen tener peores condiciones de empleo. Respecto al estado civil nos parece interesante destacar que casi duplica la media las personas que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (13,7%).
- El cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida entre la población laboral (8,5%) pese a que entre el 2007 y 2013 (6,7%) parecía haber habido un ligero descenso de consumo. Su consumo diario se relaciona con, al igual que el tabaco, la percepción de situaciones de riesgo de seguridad. Como grupo mayoritario de mayor consumo serian hombres menores de 25 años, relacionados con la construcción o sectores artísticos /recreativos / deportivos) o empleados con jornada continua nocturna o en paro, y mayoritariamente serían personas solteras.
- Tras el cannabis, la 2ª droga ilegal más consumida es la cocaína (3,1%), donde también se ha observado un ligero aumento respecto al 2013 (2,4%). Tienen mayor prevalencia de consumo los hombres menores de 35 años y bajo nivel de estudios, con jornadas largas de trabajo, o con poco tiempo de descanso o trabajos que exigen rendimiento más alto, y también destaca entre personas cuyo trabajo implica largas estancias fuera de casa (5,7%), así como cuando las personas se encuentran en paro.
Según los diversos sectores de actividad también se pueden observar diferencias:
- El sector de la construcción tiene el mayor índice de consumo diario de alcohol, de tabaco y cocaína. A destacar el aumento de consumo de alcohol diario que casi cuadriplica la media nacional (20% frente al 19,4% en el 2013, o al 4,6% de la media de la población activa) o el de cocaína que lo duplica (6,2%) habiendo casi duplicado su consumo a su vez desde el 2013 (3,9%)
- Le sigue muy de cerca en el consumo de las mismas sustancias el sector de Agricultura/Pesca/Ganadería/Extracción, sector donde se aprecia un aumento muy significativo del consumo de alcohol diario (del 13,5% en 2013 pasa al 18,8% en el 2019) de consumo de hipnosedantes con o sin receta (del 4,1% en 2013 al 10,2% en 2019).
- Transporte/ almacenamiento y comunicaciones: tiene una tasa de consumo de alcohol diario del 11,6% con una ligera subida respecto al 2013.
- Hostelería: tiene una tasa de consumo de alcohol diario del 9,3% con un ligero descenso desde el 2013 que era del 11,3%, aunque si tiene una mayor proporción de consumidores en todas las demás drogas analizadas.
- Acti. Financiera, seguros, inmobiliarias y serv. Empresariales: bajan la prevalencia de consumo de alcohol diario (del 10,5% al 8,3% en el 2019) pese a que aún siguen duplicando la media de la población activa.
- En Actividades-domésticas/servicios-personales / Admón.pública / educación /sanidad/servicios-sociales prevalecen los consumos de hipnosedantes.
- El sector artístico/recreativo o deportivo destaca sobre todo los altos índices de consumos diario tanto de cocaína (5,2%) como de cannabis (17,2% que ha casi duplicado su consumo desde la última encuesta del 2013).
Respecto a las categoría profesionales ya hemos señalado que los trabajadores manuales cualificados son el colectivo con mayor índice de consumo de alcohol (diario y riesgo), tabaco, cannabis y cocaína, observada ya en el 2013. Lo que si queremos señalar que los trabajadores manuales no cualificados tienen una mayor prevalencia de consumo de hipnosedantes que los trabajadores manuales cualificados. Por otra parte, y para romper ciertos mitos hacia el colectivo de directivos y profesionales, es importante señalar que estos presentan valores de consumo de drogas psicoactivas inferiores a la media de la población general.
Respecto a las condiciones laborales la encuesta arroja datos que ya hemos mencionado y que nos dicen que existe mayor porcentaje de consumo de alcohol diario en jornadas partidas que en jornadas continuas, así como también es mayor la prevalencia de consumo en el ámbito laboral a mayor percepción de riesgos psicosociales, de seguridad, condiciones de empleo y daños para la salud.
Nos parece relevante señalar que el 77,5% de la población laboral opina que el consumo de alcohol y otras drogas en su lugar de trabajo es un problema importante. Esta cifra aunque si a priori parece alta, es significativamente inferior respecto al 2013 que era de un 86,6%, y paradójicamente ha aumentado el porcentaje de personas que dicen conocer a compañeros o compañeras que consumen en exceso alcohol y drogas (del 20% en el 2013 hemos pasado al 22,9%).
Unido a esto queremos enfatizar el bajísimo índice de las personas trabajadoras que manifiestan que han tenido información sobre riesgos/prevención del consumo de alcohol, tabaco u otras drogas en el trabajo, en la encuesta del 2019: el 7,7% (frente al 8,9% de 2013 o el 15,5% en 2007). Es cierto que “lo que no se sabe, no es un problema” o “no se sufre por lo que no se sabe”. Ya nos lo dijo Aristóteles hace más de 2.300 años: No se puede ser feliz sino al precio de cierta ignorancia”.
¿Qué está pasando? ¿Acaso meter la cabeza bajo el ala nos protege de los riesgos que los consumos en el ámbito laboral entraman? ¿Estaremos naturalizando el hecho de que se puede consumir en el trabajo? ¿Estaremos quitando importancia a las peligrosas consecuencias que ello entrama para el conjunto de la organización?
En Proyecto Hombre no nos rendimos. Queremos seguir ahí persiguiendo nuestra misión: queremos generar, en Alianza (ODS 17) con las empresas, entornos laborales seguros. Creemos en las personas, creemos en su salud, creemos en el trabajo como escenario ideal para hacer prevención de consumos y por lo tanto apostamos por la prevención.