Enfermedades y consumo de sustancias
Autoría: Fernando Ribas de Pina Pérez y Marta Márquez Bustillo, Asociación Proyecto Hombre
Los tumores son la segunda causa de muerte en España. Los años de vida que se reducen (años perdidos) son elevados, así como el sufrimiento de los pacientes y familias. A lo que se suman los elevados costes sociosanitarios que estas enfermedades suponen.
Entre los cánceres con mayor nivel de mortalidad destacan los asociados al consumo de diversas sustancias potencialmente adictivas. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de un tercio de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores evitables, entre los que se encuentran el tabaco y el alcohol.
Los datos de 2022 sitúan al cáncer de pulmón como el que tiene mayor tasa de fallecimientos, y el cual está muy asociado al consumo de tabaco, en cualquiera de sus presentaciones.
Tabaco:
Se estima que el tabaco es responsable de hasta un 36% de cánceres a nivel mundial, y de hasta el 22% de las muertes por cáncer.
En España, el 37’8% de los hombres y el 28’3% de las mujeres son fumadores habituales[1], con un incremento progresivo del consumo de tabaco entre las mujeres desde los años 70, con el consiguiente impacto en la incidencia de los tumores relacionados y de su consiguiente mortalidad.
En la actualidad la industria de tabaco lucha contra los cambios legislativos a través de nuevos productos, como el tabaco calentado y los vaporizadores, que no solo mantienen niveles de toxicidad similares e incluso superiores al tabaco tradicional, con los mismos tóxicos o con otros, sino que se han convertido en puerta de entrada al consumo de tabaco de la población más joven.
El 90% de las personas que padecen cáncer de pulmón, son o han sido fumadoras. Esta enfermedad estaría clasificada como rara si no existiera el consumo de tabaco. Thierry Philip, oncólogo y expresidente de la Organización de Institutos Europeos del Cáncer, decía en una entrevista, “Si los europeos menores de 20 años dejasen mañana de fumar, la mortalidad por cáncer se reduciría a la mitad en 50 años”. El mensaje es bastante claro y la evidencia científica abrumadora. El tabaco mata: es la sustancia que genera mayor número de muertes evitables en el mundo, y además con unos costes sociosanitarios elevadísimos que no son compensados por la fiscalidad.
Alcohol:
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, publicó en 2020 un informe sobre la relación entre el alcohol y el cáncer en Europa. Se estima que el alcohol es el responsable de más de 3 millones de muertes anuales, calculándose que, en 2018, en Europa, unos 180.000 casos de cáncer y unas 92.000 muertes por cáncer se debieron al alcohol.
La propia toxicidad del alcohol en sí y el efecto carcinogénico de algunos de sus metabolitos, como el acetaldehído, convierte el consumo de bebidas alcohólicas en un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cancerígenas.
En España se estima que un 4’4% de los tumores son causados directamente por el consumo de alcohol, según datos de la OMS.
En el año 2020, en España, el alcohol fue responsable del diagnóstico de unos 4.500 casos de cáncer de colon, unos 2.100 casos de cáncer de mama, y alrededor de 1.500 casos de hepatocarcinoma (cáncer hepático) y tumores de la cavidad oral, entre otros[2].
No existe un nivel seguro de consumo de alcohol, ya que se incrementa el riesgo de cáncer incluso con consumos bajos de alcohol. Se estima que hasta 4.600 de casos de cáncer de mama anuales en Europa se deben a consumos de alcohol de una copa de vino al día, y estas cifras aumentan de manera significativa a mayor consumo de alcohol.
En relación con el consumo de alcohol hay que destacar el cáncer hepático, ya que el alcohol se ha convertido en el principal factor de riesgo para desarrollar un hepatocarcinoma en el llamado primer mundo.
Se produce un efecto sinérgico con el consumo de tabaco, puesto que, al combinarse el consumo de alcohol con el tabaco, el riesgo de desarrollar carcinomas orales, de orofaringe o de esófago, se multiplica por 30.
Drogas ilegales:
La relación entre consumo de drogas ilegales y cáncer, no es sencilla ya que no existen estudios con evidencia científica. Eso sí, diversos estudios evidencian que la presencia de consumos a sustancias adictivas deriva en una mayor tasa de mortalidad por cáncer, ya sea por causas vinculadas directamente a dichos consumos o por la presencia de otras enfermedades asociadas al mismo.
Salud y espacios de trabajo:
Los entornos de trabajo son los espacios más adecuados para generar salud entre la población adulta, según criterios de la OMS y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En esa creación de hábitos saludables también está la prevención de las conductas potencialmente adictivas, no solo por el riesgo de la adicción, sino por todos los riesgos para la salud y la seguridad, que pueden crear su uso en el entorno laboral.
Evitar el consumo de tabaco en los espacios de trabajo, ha reducido de forma significativa las enfermedades asociadas entre las personas no fumadoras y que antes eran fumadoras pasivas, pero también ha ayudado a las personas fumadoras a reducir sus consumos y a plantearse abandonar la adicción.
El espacio de trabajo es muy adecuado y eficaz para ofrecer programas de superación del tabaquismo:
- tienen buena aceptación general,
- dan un mensaje claro de la apuesta por la salud por parte de la empresa y
- los beneficios son para todo el colectivo.
Además, si está comprobado que, si se plantea a través de grupos de apoyo, el porcentaje de éxito aumenta significativamente.
Lo mismo ocurre respecto al consumo de alcohol, que se pueden realizar grandes aportaciones para crear hábitos saludables impulsados directamente desde el ámbito laboral. Las campañas de sensibilización, y las acciones presenciales de sensibilización y formación con expertos en el tema resultan especialmente efectivas. Junto a estas acciones es coherente retirar las bebidas con alcohol de las máquinas expendedoras, impulsar la empresa como espacio sin alcohol (recordar la prohibición del acceso de bebidas alcohólicas a los espacios de la empresa) e incluso promocionar hábitos de vida saludable como por ejemplo menús exentos de bebidas alcohólicas
Las cajas de navidad y las celebraciones de empresa deberían ser coherentes con este mensaje de salud, reduciendo la presencia de bebidas con alcohol e incorporando alimentos y bebidas saludables. Respecto al consumo de cualquier otra sustancia, se debería realizar a su vez una gran labor generadora de salud desde los entornos de trabajo y con ello de seguridad y bienestar al interno de la organización impulsando la prevención y de la intervención temprana.
Por todo ello en Proyecto Hombre también nos ocupamos e intervenimos en el ámbito laboral e impulsamos la promoción de la salud y el bienestar de todas las personas al interno de las organizaciones, desde nuestro servicio dirigido especialmente a las empresas.
[1] EDADES 2022. PNSD, Ministerio de Sanidad
[2] “Las cifras del cáncer en España. 2022” Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)