Estudios sobre los daños del alcohol

Autor: Asociación Proyecto Hombre      27/09/2022     

Autor: Fernando Ribas.

Un reciente estudio publicado por THE LANCENT “Riesgos de consumo de alcohol a nivel de la población por cantidad, ubicación geográfica, edad, sexo y año: un análisis sistemático para el estudio de carga global de mortalidad 2020” , está dando titulares tan interesados y parciales como este “Un macroestudio sugiere que los mayores de 40 años pueden beneficiarse de un consumo muy limitado de alcohol”.

El titular destaca lo que le interesa para ganar lectura, a costa de reducir la verdad, sobre todo cuando los autores del estudio dicen en su publicación que “Brindamos evidencia clara de que el nivel de consumo de alcohol que minimiza la perdida de salud (…) permanece en cero o muy cerca de cero”. Sin embargo, el artículo sí que recoge con bastante fidelidad los datos del estudio y sus conclusiones, pero las personas que leen un artículo completo son muy pocas, frente a las que se conforman con el titular.

El estudio destaca ciertos beneficios del alcohol en referencia a algunas enfermedades cardiovasculares, beneficios que ya se conocían, pero también se sabe que quedan colapsados por los daños generales que causa el consumo de bebidas alcohólicas. De hecho, los autores consideran que las guías sobre consumo de alcohol se deben revisar para reducir las cantidades máximas recomendadas.

En el mismo estudio se evidencia la presencia de enfermedades (AVAD años de vida ajustados por discapacidad), asociados al consumo de alcohol. Cardiopatías, accidentes cardiovasculares y cánceres, son más probables según aumenta la edad de las personas que beben, mientras que las lesiones (accidentes, peleas, actos inseguros, etc..) y algunas infecciones, ocurren en mayor porcentaje entre la población más joven.


Fuente. – Riesgos de consumo de alcohol a nivel de la población por cantidad, ubicación geográfica, edad, sexo y año: un análisis sistemático para el estudio de carga de mortalidad 2020
Maquetación propia

Una idea que deja muy clara el estudio es la conveniencia de que las recomendaciones sobre el consumo de menor riesgo, que a veces se presentan, engañosamente, como consumo moderado o saludable; deberían de realizarse con diferenciación de edad e incluso de área geográfica. Los autores también consideran que las guías sobre consumo de alcohol se deben revisar para reducir las cantidades máximas recomendadas, sobre todo para la población joven.

Otro estudio, esta vez publicado en ADICCTION seis meses antes, no ha sido tan divulgado por la prensa generalista, a pesar de estar centrado en población española.

El estudio “Patrones de consumo de alcohol y factor de diferenciación de crecimiento 15 entre bebedores de toda la vida mayores de 65 años en España; un estudio transversal”, tiene unas conclusiones menos abiertas a fantasear en los titulares.

“En conclusión, este estudio entre bebedores mayores de por vida de un país mediterráneo encontró una asociación perjudicial de consumo de alcohol de alto riesgo con GDF-15, un biomarcador de la carga de enfermedades crónicas, y ninguna evidencia de una asociación beneficiosa para el consumo de alcohol de bajo riesgo”.

Estos resultados pueden tener implicaciones importantes, porque sugieren que los adultos mayores no pueden obtener ningún beneficio para la salud con una ingesta baja de alcohol, pero sus afecciones crónicas asociadas podrían verse agravadas por el consumo excesivo de alcohol”

De los daños para la salud de cualquier bebida con alcohol somos cada vez más conocedores y a pesar de la presencia de polifenoles en el vino, su daño a la salud, o como poco su ausencia de beneficios, también está documentada.

Como señala Iñaki Galán, investigador del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, “al mismo tiempo ese consumo de alcohol puede incrementar el riesgo de otras enfermedades como el cáncer de mama o el colorrectal o los accidentes de tráfico, que se eleva con un pequeño consumo”. “Creo que es mejor recomendar un consumo cero como el más seguro”[1]

Se trata de un discurso de responsabilidad, los estudios no hacen valoraciones morales, sino que aportan información real y veraz, a partir de ahí cada persona ha de decidir, beber o no beber. Beber justificándose en mentiras o beber, sin fantasías ni mitos, asumiendo los riesgos y basándose en otros motivos.

Para los espacios de trabajo estos son datos especialmente importantes, dado que en el 25% de la siniestralidad laboral hay presencia del alcohol u otras drogas, pero, además, los consumos inadecuados de alcohol generan graves daños al clima laboral y por lo tanto al bienestar, incrementado el absentismo, las bajas y las incapacidades, y reduciendo la productividad.

El entorno laboral es el más adecuado para propiciar hábitos saludables, las empresas y entidades no solo han de ser beneficiarios de esta generación de salud, han de ser motivadores, creadores; los beneficios son elevados para todas las partes, incluida la sociedad en general.

Acceso completo a los estudios.


[1] https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-07-15/un-macroestudio-sugiere-que-los-mayores-de-40-anos-pueden-obtener-beneficios-de-un-consumo-muy-limitado-de-alcohol.html

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