La prevención de conductas adictivas en los entornos de trabajo es prioritaria para la generación de salud

Autor: Asociación Proyecto Hombre      26/10/2021     

En la presentación de la Encuesta 2019/2020 sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas en el Ámbito Laboral en España que ha realizado el Plan Nacional Sobre Drogas, Marta Molina Olivas, del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) ha expuesto las siguientes conclusiones, sobre las que hacemos unas aportaciones:

  • Consumo similar entre la población trabajadora y la población general.

Si bien el consumo en todas las sustancias (excepto los hipnosedantes) es algo mayor entre la población trabajadora que en la población general.

  • Sube el tabaco diario, los hipnosedantes y las ilegales.

Es decir, todas las sustancias, menos el alcohol que se estabiliza (9,6% de la población laboral de 16 a 64 años consume alcohol a diario y el 3,1 % ha consumido cocaína en los últimos 12 meses).

  • Consumen más los hombres (excepto hipnosedantes) y bajo nivel educativo; también es mayor el consumo entre personas en paro y trabajadores manuales.

Unas variables que se mantienen desde encuestas anteriores, aunque el incremento de los consumos femeninos es significativo y preocupante. (4 hombres por cada mujer).

  • Las sustancias de consumo dependen en gran medida del sector actividad.

Cada sector tiene unas sustancias concretas, asociadas a sus condiciones y cultura, por ello las acciones han de ser personalizadas en cada colectivo y empresa/entidad. Los porcentajes de consumo de alcohol a diario más elevados se registran en la construcción (20%) y en agricultura, ganadería, (18,8 %).

  • Grupo laboral y tipo de jornada tiene poca influencia.

Poca influencia en los datos generales, pero si hay que evaluarla como un factor significativo en los casos concretos.

  • Mayor consumo ante la presencia de determinados factores laborales.

Hay variables en el trabajo que actúan claramente como factores de riesgo frente a la relación con conductas adictivas. Hablamos de peligrosidad, penosidad, insatisfacción entre otros.  Eliminándolas o reduciéndolas se hace prevención.

  • Baja importancia percibida; similar visibilidad.

De hecho, la percepción del riesgo y de la importancia de los consumos en los ámbitos laborales se ha reducido desde le encuesta de 2013. El 22,9% de la población laboral dice conocer algún caso de compañeros que consumen en exceso alcohol u otras drogas.

  • Actuaciones más valoradas: información y orientación.

Sin embargo, las actuaciones de prevención crecen poco y se orientan hacia categorías ocupacionales y sectores de actividad, con una baja problemática de consumos. En bastantes casos se encuentran más orientadas por su actividad profesional (servicios sociales, sanidad, educación, etc…) que por su prevalencia y riesgo personal.

Reflejo de esta realidad de consumo de psicoactivos en los entornos de trabajo, es el incremento de personas que piden ayuda en los programas de Proyecto Hombre cuya situación habitual durante los tres años anteriores es la de empleo activo. En 2020 el 78’30% de las personas que pidieron ingresar en tratamiento cumplían este criterio.

El perfil esta cambiando y las respuestas sobre la prevención para la población adulta, se deben de centrar donde es posible realizarla con mayor éxito; en los entornos de trabajo.

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