Los ODS y la intervención sobre adicciones en el ámbito laboral
Autor: Fernando Ribas.
El 25 de septiembre de 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó, por unanimidad, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: un plan de acción en favor de las personas, el planeta, la prosperidad y la paz universal. Cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas concretas a desarrollar en el horizonte de 15 años.
Las mejoras sobre cualquiera de estos Objetivos repercuten en todos los demás, puesto que la vida y el planeta es un todo y no una suma disgregada de partes, la experiencia nos indica que la efectividad surge de la capacidad de pensar en el todo, mientras desarrollamos acciones concretas y específicas.
Tanto el sector privado como el público están llamados a jugar un papel central en esta hoja de ruta, que constituye al mismo tiempo una responsabilidad y una oportunidad sin precedentes para alinear los objetivos de sus acciones con los de la equidad y la sostenibilidad.
Proyecto Hombre trabaja desde sus inicios por la salud y calidad de vida de las personas, con un enfoque integral y holístico, desde las actuaciones de la sensibilización, prevención y tratamiento de las adicciones; tanto a sustancias (legales e ilegales) como comportamentales (ludopatía, compra compulsiva, vigorexia, ….).
Desde la parcela de creación de bienestar social en la que nos encontramos, tomamos conciencia de nuestra colaboración con los ODS y en nuestro caso en particular, desde la Intervención en el Ámbito Laboral, dado que son unas acciones que pretenden propiciar un cambio cultural y por lo tanto social, hacia la realidad de las conductas adictivas, incrementando la prevención, reduciendo el consumo y el estigma, y favoreciendo el acceso a los tratamientos.
En nuestras acciones en el ámbito laboral, priorizamos la intervención temprana, reduciendo daños, reduciendo la necesidad de tratamientos e incrimentando el éxito de los que se realizan.
Aunque la intervención en cualquiera de los objetivos tiene una repercusión positiva en todos los demás, nuestras acciones en el Ámbito Laboral se centran en cuatro de ellos.
ODS 3º Salud y el bienestar.
La presencia de usos inadecuados de sustancias psicoactivas y de otras conductas potencialmente adictivas en el ámbito del trabajo es una realidad indubitable. Su impacto en el entorno laboral tiene vertientes en la salud física, la psíquica y la social, yendo mucho más allá de su relación con la siniestralidad.
En la persona consumidora es sobre la que recaen las consecuencias más importantes, en forma de deterioro de la salud, problemas familiares y sociales, económicos y mayores posibilidades de perder el empleo.
El resto del colectivo laboral también sufre una serie de impactos y consecuencias negativas; entre las que destacan un mayor riesgo de sufrir accidentes, una mayor carga de trabajo por la dejación de responsabilidades de aquellas personas que consumen, deterioro del clima laboral con la consiguiente pérdida de bienestar, sufriendo unas peores condiciones organizativas del trabajo y una merma de la formación y promoción laboral.
Reduciendo la presencia y uso de sustancias o comportamientos potencialmente adictivos en los entornos de trabajo se reduce toda esta problemática, incrementándose la salud y bienestar de todo el colectivo, tanto la que tiene una relación directa (colectivo laboral), como una indirecta con ese espacio de trabajo (familiares, proveedores, clientes, …).
ODS 5º Igualdad de género.
Habitualmente los consumos femeninos son menos públicos, las mujeres optan por consumir sustancias legales sin hacer ostentación de ello. La intención es, evitar el estigma, el rechazo social que es mucho más marcado para las mujeres con relaciones de abuso o adicción. Esta dinámica invisibiliza su problemática y por lo tanto es habitual que no se aborde o cuando se hace el deterioro sea aún mayor.
Las herramientas que aplicamos para el análisis de las empresas están diseñadas para evidenciar toda la realidad y necesidades de esta, con especial atención a las del colectivo femenino. Desde ese conocimiento se diseñan las acciones adecuadas para dar respuesta a las necesidades existentes.
La atención a las diferencias de género comienza en el análisis y se prolongan en todo el conjunto de acciones, tanto las de prevención como en la formación y asesoramiento; por supuesto también en los tratamientos que ofrecemos. Solo de esta forma conseguimos unos niveles de eficacia y equidad satisfactorios.
ODS 8º Trabajo decente y crecimiento económico.
Las acciones desarrolladas para la prevención de las conductas adictivas evitan, o cuanto menos reducen los problemas que sufre la empresa con estas conductas.
Entre otras se evita o reduce.
- El descenso de la productividad.
- El coste en las bajas laborales, ya que éstas se alargan en trabajadores y trabajadoras con consumos habituales.
- El deterioro de la imagen de la empresa.
- Las decisiones empresariales y comerciales, mal enfocadas.
- El incremento de las tasas de rotación de personal (también en el formado).
- Las dificultades de comunicación en la propia empresa.
- Los problemas derivados del deterioro del clima organizativo.
ODS 17º Alianzas para lograr objetivos.
Es importante generar dinámicas de colaboración con entidades de modo que cada una pueda hacer su aportación a esta sociedad. La empresa con sus objetivos intrínsecos y generando puestos de trabajo dignos, y nosotros acompañándolos en la promoción de la salud y de la prevención de conductas adictivas, así como ofreciendo tratamientos integrales y humanizantes a las personas trabajadoras que sufren problemas con las adiciones. Es una responsabilidad de ambas partes el hecho de mostrar dicha colaboración de modo que sirva de ejemplo a otras empresas e instituciones, creando una cultura dinámica de alianzas.
Estas mejoras favorecen la estabilidad y con él, el crecimiento económico y las mejoras en la calidad del trabajo, es decir un trabajo más decente.