Los retos del futuro
Plantearse el futuro puede ser un simple entretenimiento de salón o un esfuerzo por tratar de preverlo y actuar en consecuencia. Con el apoyo de la información y las técnicas adecuadas, nos podemos acercar a vislumbrar los posibles futuros para tratar de orientarnos hacia el más adecuado.
El futuro se construye con pequeñas piezas, pequeñas variaciones. Veamos algunas de esas piezas.
Ludopatía
La prevalencia de la ludopatía crece y tiene su repercusión en los entornos de trabajo, despistes que generan siniestros, dificultades que deterioran el clima laboral. Y complicaciones para poner límites.
La Ley de Regulación del Juego del 2011, facilito algunas de las variables que más favorecen una adicción. –
- La accesibilidad, al estar disponible en cualquier lugar y momento sin tener que desplazarse o someterse a unos horarios.
- Reducir la sensación de riesgo, con el planteamiento de que “si es legal, no es malo”.
- Una ingente campaña de publicidad y promociones.
Con el resultado lógico, pero no previsto, los casos de ludopatía se han incrementado, tal y como evidencian los informes anuales sobre la evolución del juego de la Dirección General de Ordenación del Juego, los estudios de la Universidad Carlos III de Madrid, las encuestas del OEDA y las memorias de las entidades que trabajan para la superación de las ludopatías.
https://www.ordenacionjuego.es/es/estudios-informes
Estamos a la espera de un cambio legislativo respecto de la publicidad, los bonos y las promociones; pero el daño ha arraigado, la normalización se ha realizado.
La actividad del juego online en los puestos de trabajo es una realidad, a la que hay que sumar el uso de redes sociales y todo tipo de consultas. Un factor de siniestralidad difícil de comprobar, aunque sea una realidad conocida y que se estima en aumento.
Nuevas Sustancias, Distribución, Producción y Trafico
Nuevas sustancias con el mensaje de ser inocuas, mensaje que facilita el consumo y los problemas Nuevas formas de distribución que aseguran su presencia y producción local, que amplía la accesibilidad.
Nos encontramos con la realidad de las llamadas nuevas sustancias, aunque en general, más que nuevas sustancias son nuevas formas de distribución, de presentación y/o de expectativas y ambiente de consumo. El cambio de marco en las sustancias facilita la presencia de información errónea y peligrosa sobre ellas. La intervención en el ámbito laboral es una estrategia muy adecuada para facilitar la salud a través de la información veraz y las dinámicas de toma de decisiones.
La distribución de sustancias psicoactivas y el acceso a adicciones comportamentales han encontrado en internet un espacio rápido y cómodo de promoción y venta. El consumo inherente al ChemSex, no se vive como problemático ni peligroso lo que facilita procesos de adicción que no se reconocen y por lo que no se acude a profesionales específicos sobre adicciones. Estas personas que consumen también trabajan y el espacio laboral va a ser el más directo para poder realizar prevención sobre las conductas de riesgo.
También hay que recordar que la producción y tráfico de las drogas está cambiando. La estrategia de laboratorios locales está creciendo.
España ha pasado de ser importador de cannabis a ser productor y exportador; el llamado autocultivo también se ha incrementado muy significativamente. La mayor disponibilidad junto a la banalización de los riesgos del consumo de cannabis favorece un consumo irresponsable.
Riesgo Percibido
Inferior al riesgo real y muchas veces totalmente alterado. Los mitos siguen creando la imagen social de muchas de las causas adictivas.
Siguiendo el historial de las Encuestas sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), realizadas por el OEDA, que se realizan desde 1997. Podemos seguir la evolución del riesgo percibido ante diversas conductas de consumo de drogas.
Podemos observar que el consumo de hipnosedantes, una o varias veces por semana, tiene el segundo porcentaje de riesgo percibido más bajo de toda la tabla, y que, sobre las once encuestas, en ocho la percepción del riesgo ha sido superior a la actual.
Respecto del consumo de cannabis una o más veces a la semana, sobre once valoraciones, en siete la sensación de riesgo percibido ha sido mayor que la actual.
La percepción sobre el consumo de alcohol (5/6 consumiciones en fin de semana), es la más baja de todas y con una llamativa diferencia; mientras la media de los otros marcadoresde la tabla completa da una media de 87’38%, la valoración sobre este consumo de alcohol es de tan solo un 49’1%.
Nos encontramos con tres sustancias (hipnosedantes, cannabis y alcohol) cuya percepción del riesgo es particularmente baja, convirtiéndose en un factor de riesgo.
Los riesgos, como en toda la sociedad, se diversifican. Dependen de nuestras decisiones que se conviertan en problemas o los compensemos con factores de protección.