Promoción de la Salud en el Trabajo
La importancia que tiene la promoción de la salud en el trabajo es innegable. El ámbito laboral es un espacio adecuado para generar hábitos saludables entre la población adulta. De hecho, es el mejor espacio para desarrollar acciones orientadas hacia la mejora de la salud de los adultos, donde la relación entre esfuerzos y resultados va a ser más eficiente y va a tener un mayor retorno.
El nombre que han tomado estas acciones es el de Promoción de la Salud en el Trabajo, en la que es posible trabajar diferentes áreas. Una de ellas, la prevención y tratamiento de los problemas por el uso de sustancias adictivas y también de las adicciones sin sustancia.
Estudio sobre las iniciativas y proyectos de promoción de la salud en el trabajo
Foment del Treball Nacional, con la financiación de la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales, realizó un estudio sobre las iniciativas y proyectos de promoción de la salud en el trabajo.
En el estudio se analizaron 98 empresas, distribuidas por toda España, cerca de la mitad de ellas con sede en Barcelona. Los cuestionarios se enviaron por correo electrónico y fueron contestados, prioritariamente, por las áreas de prevención en riesgos laborales, de cada empresa.
El estudio trabaja sobre seis áreas de promoción de la salud en las empresas: promoción de hábitos saludables, riesgos psicosociales y gestión emocional, creación de una cultura saludable, trastornos musculo esqueléticos, riesgo cardiovascular y el área de hábitos tóxicos.
Analiza la evolución habida desde 2015 hasta 2018, en variables como la cantidad de acciones desarrollas, la inversión realizada, desde que área se desarrollan las acciones y que profesionales las implementan.
La menos desarrollada de estas áreas, es la de hábitos tóxicos. Un tema que genera inseguridad y miedos en las entidades, por lo que se ve constantemente aplazado. Mientras que las otras cinco áreas crecieron una media del 205%, las acciones referidas a hábitos tóxicos solo lo hicieron un 127%. Siendo con diferencia las que han tenido un menor crecimiento.
Además, durante el 2018, las acciones sobre hábitos tóxicos en las empresas solo supusieron un 17% de las desarrolladas, las otras cinco se sitúan en una media cercana al 29%, casi doce puntos porcentuales de diferencia. Paradójico, cuando cerca de la cuarta parte de los siniestros laborales se relacionan con la presencia de alcohol y otras drogas. Porcentaje aún mayor cuando la referencia es sobre los accidentes de tráfico en el trabajo.
Las empresas comienzan a invertir en la promoción de la salud
Es cierto que las empresas invierten cada vez más dinero en la Promoción de la Salud en el Trabajo. Y remarcamos el concepto de inversión, porque no es un gasto a fondo perdido, tiene un gran retorno para la empresa. La salud del colectivo laboral reduce las bajas, el absentismo, mejora la producción y la calidad; realidades estas muy tangibles.
Pero también mejora la relación entre compañeros, reduce la conflictividad y los imprevistos organizativos, y viniendo de la empresa esas acciones generadoras de salud, incrementan el sentido de pertenencia, el llamado Engagement, tan buscado por las entidades que tienen deseos de perdurar en el tiempo.
El uso de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral precisa de acciones de prevención, sensibilización y formación. Reconocer que el problema existe y dar respuestas adecuadas, alejadas de la negación, del paternalismo o de la sanción.
Cualquier uso inadecuado supone un riesgo. Riesgo de siniestro, de deterioro de las relaciones y del clima laboral y por supuesto reducción de la productividad y deterioro de la imagen de la entidad.
La justificación de “no sé qué hacer”, ya no existe. En la actualidad hay acciones integrales para actuar sobre esta realidad de una manera eficaz y razonable, en las empresas.