La salud de los teletrabajadores en tiempos de confinamiento

Autor: Asociación Proyecto Hombre      21/04/2020     

En Proyecto Hombre llevamos años preocupándonos e interviniendo en relación con el consumo de alcohol y otras sustancias potencialmente adictivas en el entorno laboral, tanto desde una perspectiva de intervención cuando aparecen problemas, como desde una óptica preventiva, tratando de ayudar a las empresas y organizaciones a mejorar sus condiciones y entornos de trabajo para hacerlos más saludables.

Según datos del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, un 7,4% de la población ocupada en 2018 trabajaba desde casa, ya fuera ocasional o diariamente. El porcentaje subía lenta pero constantemente, pero la situación que estamos viviendo en la actualidad, lo ha multiplicado exponencialmente.

El estado de alarma ha llevado a miles de trabajadores y trabajadoras a una situación sobrevenida y compleja: desarrollar el trabajo desde casa, a la vez que toda la familia, niños incluidos, se encuentran en ella y sin una estructuración previa ni de espacio, ni tecnológica. Tenemos toda una convivencia intensa en una realidad física concreta. 

Si bien algunos estudios (Henke et al., 2016) sugieren que aquellas personas que teletrabajan suelen tener menores problemas de salud, la actual situación presenta algunas dificultades añadidas, no contemplados en dichos estudios:

  • – Se trata de una situación sobrevenida, para la que la mayoría de las personas no están preparadas ni han planificado cómo abordarlo.
  • – Muchas de las empresas y organizaciones tienen poca experiencia con el teletrabajo y se carecen de procedimientos y modos de hacer que ayuden a regularlo de formas adecuadas.
  • – En este caso se está conjugando la realidad del teletrabajo con el confinamiento y la necesidad de compartir espacios con compañeros de piso, pareja, hijos, etc.

Pese a que el propio hecho de estar en casa con nuestra familia puede servir con factor de protección, no hay que olvidar que una mala gestión de la convivencia puede convertirse en factor de riesgo, a través del estrés y las tensiones en las relaciones familiares, al que se sumara las limitaciones de espacio y de relaciones sociales.

El teletrabajo puede tener muchos beneficios, pero hay que saber propiciarlos. –

  • – Flexibilidad para conciliar la vida personal.
  • – Ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos (aunque esto no lo aprovecharemos ahora).
  • – Mejor aprovechamiento de las franjas personales más creativas y productivas.

Pero también tiene sus riesgos, especialmente en esta situación de confinamiento. Desde Proyecto Hombre entendemos que no debemos dejar de cuidarnos y prestar una atención especial a nuestros hábitos.

Uno de los grandes peligros del teletrabajo es que nunca terminemos de trabajar, con la absurda sensación de que podríamos estar adelantando algo y no desconectar el tiempo necesario.

Pero otro gran problema es la relación con las conductas adictivas, sobre todo con el alcohol, el tabaco, los ansiolíticos y las apuestas.

Ante el confinamiento y la anulación de la vida social presencial, el consumo de alcohol en el hogar se ha incrementado; pero si antes no consumíamos alcohol mientras trabajábamos, no debemos de hacerlo ahora que trabajamos desde casa. Al igual que si no fumábamos en los espacios de trabajo, no deberíamos hacerlo ahora en un espacio en el que, además, convertimos a nuestra familia en fumadores pasivos. La mala gestión del tiempo y la falta de disciplina nos puede llevar a abusos de estas dos sustancias, que hasta en las cantidades más pequeñas son perjudiciales para la salud.

El riesgo de los ansiolítico e hipnosedantes en general se amplia ante la incertidumbre sanitaria, social y laboral, que vivimos; parece que la situación “nos da permiso” para automedicarnos. Hay fármacos que generan adicción, estos son de ellos. Probemos por soluciones creativas, que además nos serán más satisfactorias al pasar de figuras pasivas a activas. Juguemos, cocinemos, hagamos ejercicio, mantengamos vida social mediante la tecnología (videoconferencia y similares), cuidemos nuestros cuerpo, aprendamos nuevas cosas, disfrutemos del buen cine, atendamos nuestra alimentación y ante todo huyamos de las soluciones fáciles que a la larga son las que más nos complican la vida.

Por último, el teletrabajo suele conllevar el contacto con internet, toda la situación que estamos viviendo nos pide entretenimiento y con la pantalla delante es fácil caer en la tentación del juego y las apuesta. El poder adictivo del juego y sobre todo las apuestas, ha quedado muy claro durante estos últimos años. El juego en linea es capaz de crear adicciones en muchísimo menos tiempo que el juego presencial, sus características así lo favorecen. –

  • – Disponibilidad en cualquier momento del día sin necesidad de desplazarse
  • – Anonimato
  • – Confusión en las cantidades de dinero manejadas por el uso de tarjetas
  • – Bonos y promociones engañosas

Por su poder adictivo, las condiciones del confinamiento y lo agresivo y eficaz de su publicidad, el gobierno ha tenido que poner limites a la publicidad de las plataformas de juego.

Sin embargo, la experiencia es muy adecuada para vivenciar el teletrabajo y sacar más productividad a las tecnologías. Preparémonos para el futuro y mientras tanto cuidémonos y saquemos tiempo para cuidar a los mas pequeños y a los más mayores.

Henke, R. M., Benevent, R., Schulte, P., Rinehart, C., Crighton, K. A., & Corcoran, M. (2016). The effects of telecommuting intensity on employee health. American Journal of Health Promotion, 30(8), 604-612.

 Organización Internacional del Trabajo (2016). ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos del teletrabajo en las tecnologías de la comunicación y los servicios financieros?.  https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_534817/lang–es/index.htm

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